En su obra 2666 Roberto Bolaño establece una frase, que bien puede funcionar como una tesis, acerca del nombre y las implicaciones de este. “Todos los nombres se desvanecen” (755). Para poder entender este planteamiento debemos referirnos a su contexto. La frase hace su aparición luego de una historia sobre un personaje llamado Kelly, una mujer que desapareció y cambió su nombre en el proceso. Si bien la cita no parece decir mucho fuera de su contexto, establece una de las tesis principales de esta investigación: la inconsistencia, la fluidez del sustantivo. Añadiendo a esto, Bolaño en su cuento titulado “Prefiguración de Lalo Cura” abre con las siguientes expresiones: “El nombre con su cuerno, abre un camino en el sueño y el hombre camina por ese sendero, un sendero tembloroso, siempre crudo” (286). Resulta llamativo el uso de las palabras tembloroso y crudo. Además de establecer una ruta, un pavimento para la constitución del sujeto junto con su nombre, al mismo tiempo resalta una fragilidad. El camino que el nombre trasa, si bien sólido, es tembloroso y crudo, en otras palabras, no es el final; está en constante evolución; en constante cocción. Esto mismo lo podemos ver reflejado un poco más adelante en 2666 un poco luego de la desaparición de Kelly. “La gente piensa que el nombre es el destino” (). Bolaño establece que no, que el nombre no es sino un aparato de la identidad, un dispositivo de la identidad fluida. El nombre se convierte entonces en la anitesis de si mismo. Ya los sustantivos personales, si bien vienen circunscritos con algunas características, no están escritos en piedra: son líquidos, fluidos; se vuelven un reflejo de la misma modernidad. Este fenómeno lo podemos encontrar claramente en la mayor parte de la producción literaria de Roberto Bolaño a diferentes escalas. Un ejemplo principal que desarrollaremos a través de esta investigación lo podemos ver en el binario Hans Reiter-Archimboldi. Reiter era un soldado alemán obligado a servir en su milicia. Luego de su servicio militar, decide desasociarse del mismo y comenzar una vida nueva y distinta; una vida alejada del pasado bélico. Teniendo en cuenta el bagaje y las implicciones que su nombre e identidad actual llevan consigo, toma la decisión de cambiar su nombre. Cómo una obra de teatro, Reiter desaparece y entra Archimboldi, nuestro nuevo protagonista.
Una de las cosas que resultan más interesante sobre este fenómeno es la poca resistencia que la voz demuestra ante este cambio: poca o ninguna; la voz no se resiste, se subyuga al cambio. Si no en memorias de los personajes, la identidad muerta no sale a relucir. La pregunta que nos surge, entonces, es la siguiente ¿Por qué? La razón clara. Como en cualquier investigación literaria, es imposible precisarla, pero podemos teorizar el concepto. Para esto debemos traer a colación uno de los trabajos investigativos principales de este escrito: La Modernidad Líquida de Zygmunt Baumann. En el mismo, Bauman establece el concepto que lleva el título: la modenrinda líquida. Baumann establece esta tesis ante la inverosimilitud y la trnasigencia de los tiempos en que estamos viviendo. Las instituciones y los parámetros snetenciales sólidos ya no existen. En la modernidad, el cambio es constante, ya no solo hay una versión, una totalidad, una narrativas; hay diferentes vertientes y corrientes. “Los fluidos, por así decirlo, no se fijan al espacio ni se atan al tiempo. En tanto los sólidos tienen una clara dimensión esapcial" (8). De la misma amanera que la sociedad y las instituciones están en constante cambio, el sujeto no se rige por una narrativa sobre si mismo dictaminada por su nombre, un bagaje impersonal e impuesto. El sujeto se revela en contra de esto. Hace de su identidad algo cambiante. Bolaño entiende esto. Otro ejemplo que podemos ver de esta tendencia la encontramos en Estrella Distante, texto principal para esta investigación. Alberto Ruiz-Tagle y Reiter (luego Weider y Archimboldi) son ejemplos perfectos de esto. Ruiz-Tagle, luego del golpe de estado de la extrema derecha, se vuelve piloto y escribe poemas y citas en el cielo con su avión. De ser un poeta callado, enigmático y silente, Weider se transforma en un asesino, militar y radical.
Ambos casos, aunque similares en varias cosas, difieren bastante entre sí, pero la esencia es la misma. Ambos cambian de identidad y esta trae consigo una nueva existencia. El nombre no es el destino, pero si está circunscrito a ciertas características y esencias. Los personajes en Bolaño entienden esto, por lo que la manera en que se refleja la identidad líquida no es solo en acciones, sino en semánticas. El nombre establece una tesis: establece una identidad. Los sujetos que aquí estudiaremos son un reflejo de esto: cuando cambian de identidad, cambian su nombre. El sustantivo pasado se vuelve un producto del olvido y del duelo.
Fragmento*
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